El Refugio Inquebrantable
Esta obra, realizada en un periodo de un año con pausas intermitentes, es el resultado de un proceso de transformación constante en el que los personajes fueron cambiando hasta llegar a su composición final. La pintura buscaba retratar un conmovedor vínculo entre un oso andino y un niño, en un entorno de páramo con frailejones, águilas de páramo y un zorro cangrejero. La obra buscaba evocar un sentido de protección, resiliencia y conexión con la naturaleza, destacando la majestuosidad del paisaje y la armonía entre sus habitantes.
200 x 160 cm
Óleo sobre lienzo
(2024)
‘El Refugio Inquebrantable’